lunes, 3 de junio de 2013

Una barbaridad, conceptualización y metodología de la Reforma Educativa, señala Axel Didriksson

“Toda la conceptualización y metodología de la Reforma Educativa es una barbaridad. Pone a todos los estudiantes como si fueran un capital humano, como una mercancía. Eso ya fue superado hace mucho tiempo y es contrario a lo que requiere el país”, afirmó en entrevista el especialista en educación Axel Didriksson Takayanagui, en relación a la modificación del Artículo Tercero Constitucional. Explicó que el enfoque de la Reforma Educativa se sustenta en la teoría del “desarrollo de capital humano” de la década de los 50 del siglo pasado, la cual siempre ha sido no solamente criticada, sino desechada porque considera que las personas son objetos de mercantilización. Recordó que el PNUD considera que la educación es parte del desarrollo integral de la persona, no sólo como un capital productivo o para fines laborales, sino para lograr el desarrollo integral del sujeto como individuo y como sociedad. En el contexto mexicano, el académico dijo que se necesita un proyecto educativo distinto que se oriente a atender los niveles de exclusión e inequidad, los cuales son profundizados por el sistema educativo nacional. “Los enfoques metodológicos del desarrollo de capital humano no nos resuelven esa perspectiva. Por eso hay que elaborar términos que permitan que la definición de política pública estén relacionados con proyectos nacionales de superación”, explicó Didriksson Takayanagui. Por el contrario, expuso que el sistema educativo requiere de una visión humana, integral, justa y equitativa, pero esos conceptos en los que se basa la reforma no ayudan a comprender ni a definir políticas públicas que atiendan los niveles de exclusión, sino sólo a reforzar las competencias productivistas del estudiante o del papel del docente, lo cual “ya fracasó”. Por otra parte, informó que la semana pasada, los cuatro miembros del recién creado Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE), notificaron al Congreso de la Unión que no continuarán con la aplicación de evaluaciones estandarizadas a los profesores, pero la Reforma Educativa prácticamente sólo plantea la aplicación de esas evaluaciones, por lo que hay una contradicción interesante en ese sentido y habrá que esperar la elaboración de las leyes secundarias de la reforma para conocer si Gobierno federal abandona esa idea o si el INEE cambia su postura y aplica las evaluaciones. Es decir, esas evaluaciones son válidas para comparar ciertos conocimientos codificados, y aunque eso no se debe desechar, no se puede “aplicarla a tabla rasa a todas las condiciones de contexto y diferenciación”, según dijo el ex secretario de Educación del Distrito Federal. Reiteró que el INEE ya manifestó que no solamente no va a aplicar esas pruebas estandarizadas de forma universal, sino que va a tomar en cuenta que el concepto de calidad no solamente depende de la función del docente, pues no es posible que obtengan buenos resultados si imparte clases a niños que tuvieron que trasladarse una hora a la escuela sin haber desayunado. Esa situación es muy diferente a la de un niño que llega a la escuela en el auto de sus padres, bien desayunado, con lonche e incluso laptop o tableta. El problema, entonces, es que ambos niños son evaluados con la misma prueba, explicó Didriksson Takayanagui. Por tanto, afirmó que la calidad de la educación depende de un conjunto de circunstancias que las da el contexto social y que define un concepto de calidad multifacético, multireferenciado, articulado y que depende de la infraestructura, condiciones socioeconómicas y del manejo de los niveles de aprendizaje por parte del docente.

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